Casi todas las personas tienen a su niño interior herido, para sanarlo hay que reencontrarse con él y sanarlo.
- Cerramos los ojos y vamos a nuestra infancia donde nos conectamos a través de la mirada con nuestro niño interior herido reconocemos muestran sus ojos (miedo-tristeza-culpa-alegría-otro)
- Le decimos que hemos venido del futuro a sanarlo, lo miramos a los ojos y le decimos que todo va estar bien que nadie lo va a dañar
- Le decimos que lo amamos y que es un ser divino, maravilloso, lleno de amor, alegría, compasión y fuerza y que hemos venido para darle permiso para ser feliz, libre y seguro, que todo va a estar bien de ahora en adelante
- Lo abrazamos y le trasmitimos amor, felicidad, paz, seguridad, confianza y libertad Ahora nos despedimos y volvemos al momento presente felices y agradeciendo esta sanación recibida
MEDITACIÓN: El encuentro con tu Ángel y tu niño interior por Pedro Xavier